Benny Cruz Zapata
Ciudad Victoria, Tamaulipas.-Las vacaciones de verano pueden ser de alto riesgo para los jóvenes que acostumbran salir a los lugares de recreo; por lo que se hace necesario que los padres de familia estén en alerta ya que ellos se enfrentan al peligro por partida dobla, pues estadísticamente es temporada alta para los accidentes así como para la trasmisión y contagio de enfermedades propiciadas por el desenfreno sexual que en estos tiempos es el pan nuestro de cada día, tanto en playas como él otros lugares vacacionales.
Al respecto la maestra Gabriela Solís Segovia, especialista en sicoterapia, menciona que ante el panorama los padres de familia al igual que los jóvenes deben de tener los ojos bien abiertos:
“Como padres de familia no podemos cerrar los ojos es un hecho que las conductas sexuales han cambiado, que el ejercicio de la sexualidad entre la juventud corresponde a un esquema que no nos debe de escandalizar ya que, no solo son tiempos de relaciones express, sexo sin compromiso, incluso sin protección, lo que degenera en enfermedades sexuales en todas sus vertientes incluyendo al SIDA o en embarazos no deseados”.
Para la especialista, el ejercicio de la sexualidad debe ser con responsabilidad:
“Por ahí dicen que darles o hablarles de un condón no es darles permiso sino proteger su salud, considerando la libertad que se tiene en relación al ejercicio de la sexualidad, a la ingesta de bebidas, entre otras conductas de riesgo”.
Menciona que basta ver cualquier playa y lugar de recreo para ver que la juventud anda desatada, queriendo comerse al mundo, buscando nuevas experiencias, se entra en la euforia vacacional, las emociones se desatan, se cae casi por inercia en acciones y prácticas de riesgo, como puede ser la ingesta desmedida de alcohol, de relaciones sexuales desprotegidas y esto puede ser de lamentables consecuencias además de futuros truncados, de relaciones conflictivas, de conflictos emocionales para la juventud.
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